Por: Rodrigo Meneses
26/04/2025
Muchos peruanos tratan a las enfermedades como recetas de cocina, basta una recomendación rápida, un par de ingredientes y un toque de improvisación para darse un autodiagnóstico. Y esto ha dado frutos. La automedicación ha pasado de ser una costumbre a una amenaza colectiva, exacerbando una crisis sanitaria que se propaga sin la necesidad de un patógeno. Debido a una cultura donde frases como “una amoxicilina y se te pasa” sustituyen a un diagnóstico médico, el Perú enfrenta una creciente resistencia a los antimicrobianos, un problema que podría convertir a enfermedades comunes en unas mucho más complejas de tratar.
¿Es esto un problema reciente?
Pues los datos indican lo contrario. En el 2006, según el Ministerio de Salud, más de la mitad de la población, el 55%, adquirió medicamentos sin ningún tipo de prescripción. Y las cifras han ido subiendo, ya que 10 años después, según la Encuesta Nacional de Satisfacción en Salud del 2016, el 75,8% de las compras de medicamentos en el país se realizaron sin presentar una receta médica. Esta tendencia tuvo su pico en la región Oriente, donde la cifra alcanzó el 83,2%. Pero si esto no fuese alarmante por sí mismo, en Lima Metropolitana, la zona con el porcentaje más bajo, fue de 65,8%, lo que demuestra que incluso en el mejor de los casos, la automedicación sigue siendo la norma, no la excepción. Esta práctica es una bomba de tiempo, y cada dosis sin prescripción acelera el reloj.
¿Y los efectos ya son visibles en la población?
Según los datos del informe 2024 de la OPS y la OMS, el Perú lidera en los casos de tuberculosis en América. Pero lo más alarmante es que concentra el 35,3% de los casos de tuberculosis multirresistente (TB-MDR) en toda América Latina y el Caribe, la variante resistente a la isoniazida y la rifampicina, los medicamentos más eficaces y usados para esta enfermedad, haciéndola más compleja, prolongada y costosa de tratar. A nivel nacional, el 7,1% de los casos ya presentan resistencia a múltiples fármacos, lo que refleja un problema profundamente enraizado. Lima y Callao concentran el mayor porcentaje, con el 82% de los casos de TB-MDR y el 93% de los de TB-XDR, la forma de tuberculosis extremadamente resistente, con focos preocupantes también en Ucayali, Madre de Dios y Cusco.
¿Hasta dónde llega su impacto?
Casos como el de la tuberculosis multirresistente no solo afectan a los pulmones de sus víctimas, también fractura sus vidas. El tratamiento largo y exigente impide a muchos pacientes poder ir a trabajar, perjudicando sus ingresos y causando que familias enteras estén bajo una presión económica constante. Y las pérdidas no solo son materiales, el estigma social, la discriminación y el aislamiento deterioran el bienestar emocional, generando ansiedad, depresión y una calidad de vida reducida. La enfermedad golpea sobre todo a personas en edad productiva laboral, el grupo de 16 a 40 años, debilitando la fuerza laboral, reduciendo el rendimiento y frenando el desarrollo económico. Por ende, cada caso de TB-MDR no solo afecta a una persona, sino que quiebra un hogar, ralentiza económicamente a una comunidad y aleja al país de sus metas de desarrollo.
¿Qué se está haciendo al respecto?
Frente al avance de la resistencia a los antimicrobianos, instituciones nacionales e internacionales han decidido tomar acción. El foro “Control de la RAM y su Enfoque Una Salud”, impulsado por DIGEMID, en colaboración con la FAO y la OPS, reunió a representante de entidades de salud nacionales y junto a una audiencia virtual de más de mil personas, para promover la colaboración multisectorial ante esta crisis. De forma paralela, surgieron iniciativas regionales, como la de Lambayeque, donde del 4 al 6 de julio del 2023 se dio a cabo una campaña de sensibilización contra la automedicación. Bajo el eslogan “No te automediques”, equipos de la DEMID recorrieron farmacias, difundieron información y organizaron ferias informativas para educar a la población. Pese a ser esfuerzos puntuales, demuestran que el cambio es posible si se combina voluntad política con participación ciudadana.
Esta crisis no llegó sola, nosotros, con cada automedicación, cada venta sin receta y cada control fallido la hemos creado. Algo que al principio fue una solución rápida y aceptada ha pasado a ser una amenaza que está costando vidas, trabajos y sueños. Y si la ignoramos, el futuro nos pasará factura con enfermedades comunes que ya no podremos curar. El primer paso para revertir el daño no está en un antibiótico, sino en una decisión colectiva, dejar de normalizar la automedicación y empezar a tratarnos con la responsabilidad que nuestra salud exige.
Acciones en Perú para un mejor control de antimicrobianos. (2024, 21 noviembre). Organización Panamericana de la Salud. https://www.paho.org/es/noticias/21-11-2024-acciones-peru-para-mejor-control-antimicrobianos
Clinical Overview of Drug-Resistant Tuberculosis Disease. (2025, 6 enero). U.S. Centers for Disease Control and Prevention. https://www.cdc.gov/tb/hcp/clinical-overview/drug-resistant-tuberculosis-disease.html
Gil-Olivares, F. (2017). La tuberculosis multidrogorresistente: una barrera para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Salud Pública de México, 59(3), 213-214. https://doi.org/10.21149/8042
MINSA. (2006, 22 marzo). Alrededor del 55% de peruanos se automedica y pone en riesgo su salud. gob.pe. https://www.gob.pe/institucion/minsa/noticias/41893-alrededor-del-55-de-peruanos-se-automedica-y-pone-en-riesgo-su-salud
Montalvo-Otivo, R., Ramírez-Breña, M., Bruno-Huamán, A., Damián-Mucha, M., Vilchez-Bravo, S., & Quisurco-Cárdenas, M. (2020). Distribución geográfica y factores de riesgo de tuberculosis multidrogorresistente en el centro de Perú. Revista de la Facultad de Medicina, 68(2), 245–250. https://doi.org/10.15446/revfacmed.v68n2.71715