Por: Paula Llacza Sanchez
06/05/2025
En el Perú profundo y en sus hermosos paisajes que encierran grandes culturas, se está viviendo una gran lucha. No dentro de un campo de batalla entre distintos ejércitos, sino como un ataque sutil y camuflado que con el pasar del tiempo devora la tierra que durante años estas civilizaciones han vivido y protegido. Desde las alturas andinas hasta la profundidad de la Amazonía, sus culturas y recursos son explotados, transformando paisajes y alterando un equilibrio milenario. Estos hechos llevan a la interrogante sobre cuáles serán las nuevas condiciones socioculturales que afectan a estas civilizaciones, la forma en que se ha mantenido su cultura ancestral y el futuro de estos ecosistemas. ¿Tendrán las costumbres y la esperanza de una unidad para cuidar la tierra donde todo debería vivir como siempre, pueden vencer esa resistencia?
Dimensión de la desposesión territorial en la Amazonia
Informes de grupos indígenas revelan la considerable merma de bosques vírgenes, superando los dos millones de hectáreas perdidas en dos décadas.,debido a la tala ilegal y la expansión agrícola. Según Mc Cubbin R. (2024): "Más de 200 conflictos sociales en Perú están activos: estas son los departamentos donde más casos se registran" en la sierra, se han registrado más de 200 conflictos socioambientales activos en 2024, muchos de ellos vinculados a la actividad minera en tierras de comunidades campesinas e indígenas. En la Amazonía, la actividad minera clandestina ha devastado vastas extensiones de tierra y ha envenenado los cauces de agua sagrados, como el Madre de Dios.
Orígenes de la Invasión Territorial
La presión sobre los territorios indígenas no surge sin razón. A lo largo de la historia, una visión extractivista del desarrollo seha enfocado en saquear los recursos naturales antes que respetar los derechos y la presencia de las comunidades nativas. Leyes flexibles y escasa supervisión han allanado el camino a empresas extractivas y agroindustriales en zonas originarias, muchas veces sin el requerido consentimiento previo y claro. La falta de titulación segura y la sobreposición de concesiones sobre tierras indígenas generan inseguridad y fragilidad. Además, la corrupción en niveles gubernamentales y la limitada justicia para las comunidades indígenas perpetúan la impunidad de quienes invaden y destruyen sus territorios. La promesa de desarrollo económico a económico frecuentemente se convierte en despojo, contaminación y la irremediable extinción de un patrimonio cultural y natural invaluable para toda la nación.
Consecuencias y soluciones
La invasión de las tierras indígenas va más allá de la sobrevivencia básica y cultural, señalando repercusiones por todo el territorio. La deforestación indiscriminada acelera el cambio climático y la pérdida de biodiversidad invaluable. La contaminación de ríos y suelos afecta la salud de las poblaciones y la productividad agrícola. El olvido de prácticas ancestrales sobre el manejo sostenible de los recursos naturales representa una gran pérdida para nuestra sociedad. Ante esta situación, las comunidades indígenas se unen, alzan la voz demandando respeto por sus territorios, consulta obligatoria en cualquier proyecto impactante, y salvaguarda efectiva de sus tierras ante peligros. Su lucha trasciende lo personal, buscando un desarrollo equitativo y sustentable para el país, reconociendo la esencia de la naturaleza y la sabiduría ancestral.
Vulneración de Derechos Fundamentales
Ante el ataque contra sus territorios, las comunidades indígenas ven vulnerados sus derechos fundamentales; el derecho a la propiedad ancestral de sus tierras, el derecho a la consulta previa, libre e informada sobre cualquier proyecto que les afecte, el derecho a un medio ambiente sano. A pesar de esta vulneración, las comunidades indígenas a través de organizaciones como AIDESEP y CONACAMI se unen para denunciar estas injusticias a nivel nacional e internacional. E implementan estrategias de autodefensa territorial, refuerzan sus estructuras de gobierno ancestral y forjan alianzas para defender sus derechos y su visión de un futuro sostenible para el Perú.
La defensa de los territorios indígenas en Perú no se limita a disputas por la tierra, sino que sirve como reflejo de las tensiones entre el desarrollo extractivista y la protección de la diversidad cultural y ecológica. No existen respuestas sencillas para este desafío complejo, pero las interrogantes persisten: ¿qué futuro estamos construyendo cuando se ignoran los derechos de aquellos que han ejercido como guardianes ancestrales de la tierra? ¿Podrá el Perú equilibrar el avance financiero con el respeto por sus pueblos originarios y la sostenibilidad de sus ecosistemas? Quizás va más allá de frenar la apropiación, la cuestión crucial radica en definir la configuración social deseada y el legado para futuras generaciones. En la mezcla de elecciones diarias, se encuentra la clave de este enigma.