Por: Yara Orellana
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha alertado que el año 2024 está en camino de convertirse en el más cálido jamás registrado. Este aumento de temperaturas, influido por una combinación de fenómenos climáticos y una constante emisión de gases de efecto invernadero, está llevando al planeta a niveles críticos en la lucha contra el cambio climático. Según el último informe, las altas temperaturas sostenidas han provocado impactos graves en todo el mundo, afectando la biodiversidad, intensificando los eventos climáticos extremos y exacerbando las crisis humanitarias en regiones vulnerables.
Los efectos del calentamiento global también están causando una presión creciente en la capacidad de adaptación de las comunidades y sistemas ecológicos. La OMM y otros organismos internacionales han insistido en la necesidad de adoptar medidas de mitigación más fuertes y financiar innovaciones en energía limpia para enfrentar este reto.
Además, expertos y representantes en la reciente cumbre climática COP29 han pedido a los gobiernos que aceleren la transición hacia fuentes renovables y mejoren la eficiencia energética, especialmente en regiones como América Latina, donde el uso de renovables aún no alcanza los niveles de eficiencia requeridos para mitigar adecuadamente el impacto climático